3 tareas financieras urgentes para viudas y viudos nuevos
Many, or all, of the products featured on this page are from our advertising partners who compensate us when you take certain actions on our website or click to take an action on their website. However, this does not influence our evaluations. Our opinions are our own. Here is a list of our partners and here's how we make money.
La información sobre inversión proporcionada en esta página es sólo con fines educativos. NerdWallet, Inc. no ofrece servicios de asesoría o corretaje, ni recomienda o aconseja a los inversionistas comprar o vender acciones, valores u otras inversiones en particular.
A menudo se les dice a los viudos y viudas que no tomen ninguna decisión importante durante un año o más después de la muerte de su cónyuge. El duelo puede hacer que tome decisiones de las que luego se arrepienta.
Sin embargo, algunas tareas financieras (en inglés) no se deben posponer. Revisar su presupuesto (en inglés), reunirse con un profesional fiscal y asegurar el acceso al crédito puede ayudarlo a protegerse de sorpresas desagradables en el futuro.
Revise su presupuesto
Es probable que tanto sus ingresos como sus gastos cambien después del fallecimiento de su cónyuge, lo que significa que ha llegado el momento de elaborar un presupuesto nuevo.
Un estudio realizado en 2020 para el Banco de la Reserva Federal de Chicago reveló que los ingresos de los supervivientes disminuyeron un promedio del 37% en los tres años posteriores al fallecimiento del cónyuge en comparación con los tres años anteriores. Es posible que tenga que ingeniárselas para salir adelante sin el sueldo de su cónyuge o, si ambos percibían el Seguro Social, cómo vivir con un beneficio más pequeño. (Cuando fallece un cónyuge, el superviviente suele recibir sólo el mayor de los dos cheques del Seguro Social de la pareja).
Por supuesto, es posible que disponga de otros recursos. Si tiene hijos menores de edad, puede calificar para beneficios adicionales del Seguro Social. También es posible que tenga ingresos de un seguro de vida, de cuentas de inversión o fondos de jubilación que podría utilizar para cubrir sus gastos de manutención. Averiguar cómo crear un flujo de ingresos sostenible a partir de estos recursos puede ser complejo, así que considere la posibilidad de obtener ayuda de un asesor financiero fiduciario. Si el dinero escasea, busque recursos que ofrezcan asesoramiento gratuito o económico (en inglés), incluidos los servicios financieros pro bono de la Foundation for Financial Planning (Fundación para la Planificación Financiera) y Advisers Give Back (Los Asesores Retribuyen), una organización sin fines de lucro que pone en contacto a personas que necesitan asesoramiento financiero con planificadores financieros certificados.
Jennifer Murray, planificadora financiera certificada en New Providence, Nueva Jersey, que enviudó a los 43 años dice que si bien algunos gastos pueden disminuir o desaparecer, otros pueden aumentar. Es posible que pague menos por el seguro médico y los comestibles, por ejemplo, pero sus tasas fiscales pueden aumentar, incluso si tiene menos ingresos. Esta llamada "penalización por viudedad" es el resultado de pasar de un estatus favorable de casado que presenta una declaración conjunta (en inglés) a un estatus menos favorable de soltero.
Consulte a un profesional fiscal
Marianela Collado, una planificadora financiera certificada (CFP, por sus siglas en inglés) en Plantation, Florida dice que un profesional fiscal puede ayudarlo a estimar cómo podrían cambiar sus facturas fiscales, asesorarlo sobre cómo manejar las cuentas de jubilación heredadas y sugerir posibles ahorros fiscales en el año en que fallezca su cónyuge.
Antes de que termine el año, por ejemplo, podría aprovechar las tasas de presentación conjunta para realizar conversiones Roth o retiros sujetos a impuestos de los fondos de jubilación. Collado dice que además, la capacidad de “transferir” las pérdidas de inversión termina cuando fallece la persona que incurrió en la pérdida. Si su cónyuge estaba utilizando una gran pérdida para compensar ganancias o ingresos de inversiones en años posteriores, un profesional fiscal puede aconsejarlo si debe vender algunas inversiones ganadoras para utilizar ese remanente.
Tiene un poco más de tiempo para decidir qué hacer con una casa que poseía con un cónyuge. Normalmente, una sola persona puede excluir de sus ingresos un máximo de $250,000 en ganancias por la venta de casas. Pero un superviviente tiene dos años a partir de la fecha del fallecimiento de su cónyuge para vender una casa de propiedad conjunta y reclamar una exclusión de $500,000.
Pero no dé por sentado que vender es la opción correcta, aunque reducir los impuestos sobre los beneficios de la venta de la vivienda sea su principal preocupación, dice Murray. Al menos la mitad de una casa de propiedad conjunta obtendrá un “aumento” favorable en la base fiscal en caso del fallecimiento de uno de los cónyuges. Esto reduce la cantidad de la venta de la casa que se considera ganancia y, a su vez, la cantidad que se podría adeudar en impuestos sobre las ganancias de capital. En la comunidad de bienes, ambas mitades de la casa dan este paso.
Asegúrese de tener acceso al crédito
Por lo general, puede cambiar el nombre de las cuentas conjuntas por el suyo propio notificando a las instituciones sobre el fallecimiento de su cónyuge y presentando el certificado de defunción. Sin embargo, las tarjetas de crédito suelen ser un asunto diferente.
Pocas tarjetas de crédito son conjuntas hoy en día. Por lo general, si tiene una tarjeta con su cónyuge, uno de ustedes es el titular principal de la cuenta y el otro es un usuario autorizado (en inglés). Si usted es el usuario autorizado, técnicamente no debe usar la tarjeta después de que fallezca el titular principal de la cuenta. Cuando el emisor se entera del fallecimiento, ya sea por la persona que liquida el patrimonio o por el Seguro Social, se suele cerrar la cuenta.
Patti Black, CFP, de Birmingham, Alabama, dice que su familia descubrió esto de la manera más difícil. Después de la muerte de su madre, el emisor cerró la única tarjeta de crédito de sus padres. Black se apresuró a ayudar a su padre, de 86 años, a abrir una tarjeta nueva y a transferir todos los pagos automáticos de facturas que se habían cargado a la tarjeta anterior.
"Mi madre era ama de casa, así que nunca pensamos que ella hubiera sido la principal", dice Black.
Black dice que si hubiera sabido que la cuenta se cerraría, habría animado a su padre a obtener su propia tarjeta antes de que su madre falleciera.
"Fue una molestia innecesaria en un momento en que había tantas otras cosas que había que hacer y mi padre estaba de duelo", dice Black.
Este artículo fue redactado por NerdWallet y publicado originalmente en inglés por The Associated Press.